seguramente este post hará que muchos os sintáis identificados, y es que estoy en tratamiento dental. Si, todas las semanas al dentista para limpieza, empastes, extracciones y todas esas cositas que a los dentistas les encanta hacernos.
Como mi dentista, Elena y su ayudante, Esther, son unas chicas jovenes y muy agradables y les había enseñado algunas fotos y parecía que les habían gustado, decidí intentar sobornarlas con unas galletitas de limón.
Dicho y hecho y nada mejor para una clínica dental que unos dientes, pero los había sanos y contentos
Y otros malitos, con sus titiras y caritas tristes
Asi que al final me encontré en mi taller con un ejercito de dientes como este.
Las galletas parece que les gustaron y si tengo que ser sincera, Elena trabaja muy bien y no me ha hecho daño ninguno de los días que he ido a la consulta, incluso antes del soborno galletil
Espero que os haya gustado