Parecía imposible, pero después 10 de años por fin ha llegado el día.
Tras aguantarla en el trabajo, contando las visicitudes de millones de microscópicas particulas de la muestra que tan costosamente habia conseguido tras luchar encarnizadamente con cientos de aspirantes a tan preciado tesoro.
Después de recibir miles de fotos como las que os dejo aquí, de lo que se suponía un tesoro arquológico y de las que había de eliminar el fondo, separar cada una de las piezas (manteniendo la escala de colores), y por si fuera poco, habia que dejarse los ojos intentando descifrar lo que se suponía que era la referencia de cada una de las piezas, algo realmente imposible en muchos casos.
Después de miles de cambios en la orientación de su estudio, supuestamente centrada en algo tan sumamente interesante como la cerámica del Neolítico en la Península Ibérica, de escucharla hablar de cosas tan extrañas, como alfares, almagra, englobe y palabrotas de ese estilo por fin ha llegado el día
Mi amiga Aixa, ¡¡¡¡ POR FIN VA A LEER SU TESIS DOCTORAL!!!!!
Y aunque ahora no se si tendré que llamarla de usted o doctora, si se que es un buen momento para hacerla una tarta conmemorativa y nada mejor que una vasija de las que ha estudiado.
En concreto he querido copiar esta
Ahora viene algo que para todos lo que hacemos tartas es un auténtico regalo. La tarta ha de ser lo menos perfecta posible, ya que es para una arqueóloga y esas están acostumbradas a las cosas rotas.
Asi que se acabó el preocuparse si hay bultos, arrugas, burbujas en el fondant. Bienvenidos sean las grietas, las tartas desniveladas, y todos los defectos posibles
El sabor elegido fue chocolate con menta.
Este fue el resultado final, use galletas molidas para simular la tierra en la que estaba enterrada la vasija
Si embargo la tarta no estaba completa sin algo que representara la otra pasión de Aixa, los gatos y en concreto a su gata Sybila, la gata más dinámica que he visto en mi vida, os dejo una muestra
Ahora en serio. OS PRESENTO A SYBILA, ¿guapa, eh?
El día merecía un recuerdo para los pobres humanos que durante 10 años hemos soportado la investigación, redacción y publicación, así que hice unas galletas, y nada mejor que una vasija.
En principio la vasija iba a ser de chocolate, pero teniendo en cuenta los 40º que tenemos en Madrid en este frio mes de Julio, no era demasiado recomendable
Y como Aixa es una persona muy sociable, hubo que hacer varias para que repartiera a los amigos, aunque algunos no hubieran sufrido la eterna tesis doctoral.
Después de esto, solo puedo decir:
¡¡¡ FELICIDADES DOCTORAL VIDAL!!!
